martes, 25 de octubre de 2011

El autocuidado del Sacerdote y la Sacerdotisa Hekateniense

Los Sacerdotes y Sacerdotisas de Hékate, enfocándonos desde el punto de vista griego, somos muy detallistas y perfeccionistas en el cuidado del altar que tenemos devocionado a nuestra Diosa. Lo mantenemos sin una mota de polvo, limpiando concienzudamente los restos del incienso y de las velas. Vigilamos el estado de las libaciones y de las ofrendas perecederas, y controlamos que las imperecederas no se dañen. Consideramos que nuestra Diosa se merece lo mejor de nosotros, y entonces se lo damos.
Ahora bien, y ¿donde quedamos nosotros?¿Estamos ofreciendo tambien lo mejor de nosotros a la Diosa?¿Somos dignos templos andantes para Hekate?  Hablemos entonces de la importancia del autocuidado.
La etimología de las palabras Sacerdote y Sacerdotisa, viene del latín sacerdos o sacerdotis (que se encarga de las cosas sagradas), y esto a su vez, viene de la raíz indoeuropea sacra, de la que derivan varios términos (entre ellos el hueso Sacro, de especial importancia en yoga), incluyendo en todos el significado de "sagrado".
A partir de esto podemos interpretar que tanto el sacerdote como la sacerdotisa, forman parte de la sacralidad que se atribuye a los regalos u ofrendas a la Diosa, pues dedicamos nuestra vida (o parte de ella) por y para Hekate, y Ella espera lo mejor para con Ella y para con nosotros.
Quien ha andado en algunos de los caminos de mano con esta Diosa, sabe que siempre depara cambios sanadores, esa es la parte que Ella concede a los suyos, pero nosotros, también tenemos que poner de nuestra parte.
¿cómo entonces, podemos ser sacerdotes y sacerdotisas, y cuidar de lo sagrado, cuando nos cuesta cuidar de nuestra propia sacralidad natural e innata?
Quizás muchos han oído la frase "tu cuerpo es tu templo"; es una frase que siempre me ha gustado, pero me parece que limitar el templo a la parte física es un error.
Pienso que el templo, es nuestro Yo superior, la esencia que yace en cada uno de nosotros que se encuentra mas allegada a la Divinidad. Cuando hay un conflicto entre los "yoes", el yo superior y el yo mental, ocurren los desequilibrios y se producen las enfermedades. Empiezan las emociones enquistadas, que causan desequilibrios energéticos y éstos enfermedades "físicas".
Somos un todo con todo y con uno.
Pienso que a la Divinidad le apena ver que nos alejamos de la parte mas cercana que tenemos a ella, pero que nos espera con sus brazos abiertos compasivamente, enseñándonos los caminos donde hayar las llaves que nos lleven a la sanación y el reencuentro.
Pero en muchas ocasiones, entramos en dinámicas dañinas, que sabemos que nos hacen daño, pero que no cambiamos, y vemos en nuestro foro interno, como muchas cosas se remueven, aun asi, extendemos nuestras plegarias para que todo se solucione: "emociones, enfermedades, problemas en general".

¿Alguien se ha planteado alguna vez, tratarse como parte sagrada de la divinidad?
¿Cuidarnos como cuidamos del altar?
¿Querernos como queremos a nuestra Diosa?

No se trata de "creerse" mejor ni peor que nada, es simplemente hacer el trabajo que hemos elegido, "encargarnos de lo sagrado", empezando por uno mismo.
Eliminar elementos, actitudes, pensamientos, emociones, alimentos, hábitos, que sean tóxicos para la sacralidad.
Practicar todas aquellas cosas que nos ayuden a mantener una sacralidad diaria, en cada momento presente, que tal un poco de yoga y meditación, y porqué no, ejercicio físico que nos ayude en el proceso de limpieza de nuestro cuerpo, una buena alimentación equilibrada, ejercicios de reeducacion emocional, autoestima, pensamientos positivos y constructivos.
Y para ser, reflejo de la Diosa a la que adoramos, porqué no ayudamos a los demás a andar en sus caminos, al fin y al cabo, Hekate nos enseña una filosofía de vida que no se encuentra en libros, y solo una persona que conoce verdaderamente a esta Grandiosa Diosa, siente de lo que hablo. Pongamos en practica dicha filosofía, seamos coherentes, y demos ejemplo no con palabras, sino con actos.

En mi ultima frase de la entrada de hoy, quiero animarles y animarme, a mantener un cuidado exquisito con nosotros mismos.

Perseo Dymantos

No hay comentarios:

Publicar un comentario