sábado, 30 de julio de 2011

Las Tres Caras



En esta entrada quiero dar mi visión de las tres caras de Hékate, refiriéndome a su triple forma, sin entrar en epítetos concretos sino a su aspecto general. Y esta visión que voy a dar no esta basada bajo teorías y escabrosas conclusiones, está basada en como Yo siento la triplicidad de mi Diosa y en como Ella me lo hace sentir.
La triplicidad de Hékate muestra tres de sus aspectos principales, en wicca se separaría en Doncella, Madre y Abuela; muchos autores definen la triplicidad de esta forma, y aunque para muchos sea cierta, yo no la siento del todo.
Mis sentidos me dicen, que la cara que siempre muestra, es su cara de Madre, la madre que cuida de nosotros en todo momento, es la madre que se bastó sola para quedar encinta, la palabra concreta es partogénesis. Esta cara está íntimamente conectada con las otras dos, su cara Oscura, y su cara Luminosa. En ambas sigue siendo madre, pero ya no es puro maternalismo amoroso como puede hacernos sentir en su titulo Kourotrophos, es aquella que nos cuida y nos quiere pero desde la oscuridad, la que nos enseña nuestra oscuridad y aun así no nos abandona, es aquella que nos exige que saquemos aquello que ella sabe que reside en nosotros.
En su cara luminosa es la que nos aporta luz y sabiduría, la que nos guía en los caminos, es entre otros Angelos,  es la luz divina que nos recuerda que aunque en nosotros haya sombra, también existe una luz infinita y hermosa, que se tocan gracias al amor maternal que está en medio.

No quiero dejar el ultimo cabo suelto, pues si vemos en una representación tridimensional de Hékate, podemos observar que las tres caras están en contacto, asi que la cara luminosa y la cara oscura tambien se tocan y comparten, ¿el qué? bien intentaré explicar como lo siento.
En la más pura oscuridad, cuando ya no hay mas fondo del que hemos caido, acude Hékate en su aspecto terrible, el unico que mora en esos lugares, para enseñarnos, que aun puede ser peor, y que el fondo puede ser un falso fondo que guarde una caida sin fin, pero acude y nos ase de la mano, con un objeto que le es representativo, la antorcha, es en ese objeto en el que se toca con su cara luminosa, pues aunque se mueve con seguridad y comodidad por las sombras, sabe que porta la luz, y que puede usarla para salir de ese lugar.
Como contrapartida, su lado luminoso, toca lo oscuro, ¿y esto porqué? sencillo, porque aunque seamos seres  luminosos en esencia, aunque nuestro alma brille como el sol, vivimos en la Tierra, y esto supone que somos humanos, que a su vez supone que vivimos con otros humanos que bien pueden tener las mismas creencias o no, y todos sabemos que hay creencias (y cuando digo creencias no me refiero solo a creencias religiosas) que pueden sernos dañinas o destructivas, entonces ahí está la parte oscura de la Hékate luminosa, es aquella que pone límites a los demás para que no se adentren demasiado a terreno vulnerable que no esta preparado todavia para ser sembrado, esos límites son los espantapájaros que evitan que las aves acaben con las semillas de crecimiento que plantamos.




Y gracias a esto, ahora entiendo que somos triples, Tenemos un lado oscuro, que es el lado humano, el animal; tenemos un lado luminoso que es el alma; y tenemos el nexo que nos mantiene en equilibrio entre los dos, los sentimientos, el Amor.



Perseo Dymantos Mysterious

viernes, 29 de julio de 2011

Hékate y Vida-muerte-Reencarnación




Hace dos dias en el foro privado del Covenant of Hekate, invitaron a hacer una reflexión personal sobre el papel de Hekate en la reencarnación. Mi intervención fue escueta, y hoy voy a extenderla aqui porque en español me expreso mucho mejor que en inglés.
Comenzaré dando mi visión de la reencarnación que abarca el concepto del sentido de la vida y como suelo hacer, pondré un ejemplo que hará toda la parafernalia reflexiva mucho más entendible.
Según mi creencia, a la vida venimos a aprender diversas lecciones que han sido premeditadas previo nacimiento, nuestras almas dentro de su perfección divina, vienen a la Tierra a aprender cosas que solo suceden en nuestro mundo humano, vienen a tener una experiencia humana, toman forma en carne y hueso, se incorporan en un cuerpo, en una sociedad, en una época y en un entorno del cual nada es casual, nada está "sujeto" al azar.
Su consciencia con el paso de los años pasa a ser eclipsada por la consciencia mental, "yo soy lo que pienso, yo soy lo que creo, yo soy mis ideales" algo que desde que llegamos al mundo nos inculcan.
A lo largo de la vida, vamos cultivando nuestra personalidad, y caminamos por un sendero desconocido, lleno de sorpresas inesperadas, vamos creciendo dentro de nuestra humanidad, nos vamos haciendo más sabios, más conscientes de nuestra consciencia, nos vamos acercando al alma.
Llega un momento, un punto clave, en el que nuestra alma ha terminado su función en esta vida, entonces, nuestro cuerpo perece y se libera nuestro alma, es lo que llamamos muerte.
Nuestro alma, nuestro verdadero yo, regresa al mundo del que se origina, (no quiero dar a entender que la Tierra esté alejado de ese mundo, NI MUCHO MENOS!!) una vez allí descansa, repone fuerzas, y entonces vuelve a planear su vuelta a la vida de las formas, de la materia. Entonces, vuelve a girar la rueda, vuelve a comenzar el ciclo.
Tranquil@, ahora viene el ejemplo entendible, prometo que no es escatológico.
La vida es como un colegio, tu te apuntas, das un curso, y si aprendes todo lo que se ha pautado para el curso, apruebas, te vas de vacaciones, y al año siguiente vuelves al siguiente curso, si suspendes, repites curso. (entiéndase que el simil no quiere decir que pasemos un "año" exacto, o cualquier otro tiempo definido de vida o de vacaciones, pues ya me ha saltado algún lector avispado; tampoco quiero decir que unas almas estén más evolucionadas que otras, es solo un ejemplo, pero no se ciñe a las creencias que quiero expresar)

Bien, entendido esto, vayamos al papel de Hékate.
Esta misteriosa Diosa tiene una gran cantidad de epítetos que intentan definir su grandeza y su ancho dominio, es sin duda, un grandiosa Diosa.
Cuando estudiamos sobre Ella, vemos que está relacionada con el nacimiento, la infancia, el o los caminos, la vejez, la muerte,los fantasmas, el inframundo, los liminales etc.
Entre sus títulos observamos que es una guía, una mensajera, una iluminadora, una maestra, etc.
A partir de estas recopilaciones básicas vamos a componerlas al concepto de vida-reencarnación que anteriormente expliqué, para que toda esta información recobre un sentido final.

Nuestro alma toma un cuerpo humano en este mundo, somos creados a partir de otras dos formas humanas combinadas, en el momento de nuestro nacimiento, nuestro alma llega al mundo, tiene vida humana y material, Hékate separa entonces el nexo que nos une a nuestra madre para darnos la vida propia y personal, en ese momento somos un individuo nuevo en el planeta Tierra. En los primeros años de vida, nuestra alma se esta adaptando a esta vida y este cuerpo, Hékate cuida de nosotros, seres iluminados, en nuestras primeras experiencias humanas, hasta que comenzamos a andar en nuestra vida. Comenzamos entonces a andar nuestro sendero de aprendizaje, nuestro camino; Hékate también está ahi, señora de los caminos y de las encrucijadas, nos acompaña en nuestra vida porque la vida es su sendero, está sin estar siendo todo.
Durante el camino nos abre las puertas con sus llaves al conocimiento, con sus llaves de consciencia cósmica, nos abre entonces el aprendizaje, las lecciones que nuestra alma vino a aprender.
Ilumina la consciencia de nuestro Yo verdadero, cuando nuestro Yo mental o ego, se sobrepone demasiado sobre nosotros y no nos deja ver o continuar en el camino.
Es la guía de nuestra vida.
Cuando llegamos a la etapa de vejez, Hékate vuelve a cuidar de nosotros como hizo en un primer momento, con un amor maternal universal (esto me recuerda a una entrevista a la abuela Margarita que es digna de ver); sabiendo que hemos andado un largo camino, aprendido muchas lecciones como humanos y como almas, sabe que dentro de poco nos reencontraremos con Ella.
Llega el momento de la muerte, la separación de nuestro cuerpo material y nuestro cuerpo energético, Hékate, corta, cual Moira esos nexos que se encuentran en los liminales, en el limite de la vida y la muerte, el empujón final para la separación a la que una vez dió unión.
Guia de fantasmas, recorre con nuestro alma el camino a su origen, a la fuente a la que todo pertenece.


Hékate se mueve en lo liminal, entre lo material y lo energético, entre la vida y la muerte, entre lo sano y lo enfermo, entre lo rico y lo pobre, entre el aquí y el allá, entre la tierra y el mar, entre el mar y el cielo, entre el cielo y la tierra, entre la tierra y el universo, entre el yo y el tu; no está en un lado ni en otro, está justo en medio, y ese medio, es infinito.

Hail Hékate Pantos Kosmou Kleidouchos!!
Y bendita seas mil cien veces!


Perseo Dymantos, Mysterious, Sergio JVS.